EL REFUGIO DE COSME

Reunidos como de costumbre en la sociedad espiritista de Bogotá, fuimos informados de la presencia de fenómenos paranormales en una casa vieja, ahora habitada por una familia, y que colinda con otra casa de las mismas características, en un sector céntrico de la ciudad. Dos inmuebles que a la vista no dejan de producir algo de escalofrío e inquietud, por su diseño y antigüedad. 

Como solemos hacer en estos casos, nos desplazamos al lugar mencionado y entramos en contacto con sus residentes, particularmente con aquellos que hubieran percibido algo extraño. 

En efecto, sus inquilinos relatan ciertos hechos perturbadores. Mencionan luminiscencias, ruidos nocturnos, puertas que se abren y se cierran, golpes en las paredes, zapateos, y hasta voces. 

Uno de los habitantes, incluso, pudo ver una silueta o sombra que parecía portar un sombrero y un objeto en una de sus manos. Por supuesto, el susto fue aterrador, y con ocasión de este episodio, decidieron contactarnos. Aquí la foto: https://bit.ly/32xpSZt

En nuestra indagación preliminar, preguntamos por los antecedentes de la casa, el dueño de la misma, quiénes la habían habitado antes; pero la información que nos suministraron fue escasa, y el propietario actual incluso se rehusó a hablar.

Supimos por los vecinos que los últimos inquilinos habían salido espantados, y que el rumor generalizado en el sector era que la casa estaba embrujada.

Sabemos que este barrio, conocido como chapinero, en el pasado fue un lugar de haciendas y casas campestres, destinadas para el descanso de familias adineradas. Ahora es un sitio en el que se erigen edificios modernos de oficinas y apartamentos costosos. No obstante, estas dos casas han perdurado  como testimonio de ese pasado remoto.

Los espiritistas tenemos muchos métodos para comunicarnos con el mas allá. No existe uno solo. A veces recurrimos a la escritura, otras veces al agua, en ocasiones a la ouija, y últimamente la tecnología nos ha venido facilitando esta labor.

Comenzamos nuestra tarea, ya entrada la noche:

Un pequeño ritual, nos permitió adelantar nuestra tarea con tranquilidad.

10:00 p.m. Habitación ubicada en la primera planta de la casa. Lugar donde se registró el avistamiento.

Con ayuda de un computador, decidimos hacer una grabación, más conocida como sicofonía en el argot espiritista. Luego de crear las condiciones ambientales adecuadas, activamos el aparato y alcanzamos a escuchar algo. Aquí reproduzco el sonido https://bit.ly/2xOLCSq

10:30 p.m. Corredor de la segunda planta. 

Valiéndonos de una cámara fotográfica decidimos hacer tomas aleatorias, en los sectores que presentaban mayor actividad, detectada gracias a un aparato que registra fuerzas electromagnéticas. Aquí las imágenes https://bit.ly/2GcNn0E

Con la ayuda de un escáner térmico, buscamos puntos fríos en la atmósfera, pues sabemos que cualquier presencia se aprovecha de la energía circundante.

Un sensor de movimiento ubicado en la sala, se disparó. Nos dirigimos a se sector.

11:00 p.m. Altillo de la casa.

Una cámara fotográfica nos permitió captar una imagen:  

12:00 p.m. Altillo de la casa

Ubicados en el altillo, y para continuar con nuestra indagación, decidimos hacer uso del método de la escritura automática. La médium empezó a transcribir las respuestas del elemental, a las preguntas que le íbamos formulando, después de que ella había entrado en un estado de trance. Transcribo a continuación la información que se obtuvo, prescindiendo de las preguntas formuladas: https://bit.ly/2XTmDYI

Nos retiramos con el mismo respeto con el que iniciamos nuestra actividad, precedidos con un ritual. Con la satisfacción del deber cumplido. Mañana será otro día, y otro trabajo nos espera.

El jardín de las delicias, un cuadro enigmático

Se trata de un tríptico hecho en roble, exhibido en el Museo del Prado. La obra más conocida del Bosco. Un retablo dividido en tres partes articuladas: un cuerpo central y dos laterales. La primera tabla, de izquierda a derecha, representa el paraíso terrenal; la segunda, la vida en la tierra; y la tercera, el infierno. Un infierno musical, pues allí, entre otros, irían a parar aquellos que tuvieran la osadía de ejecutar música profana, quedando expuestos a ser castigados con los instrumentos de su perfidia . 

En su conjunto, la obra es bastante colorida, divertida, poblada de seres extraños, y de situaciones perturbadoras. Es una pintura moralizante, que esta atravesada por el concepto del pecado. También, por su composición, parece anticipar el movimiento surrealista y hasta el sicoanálisis.

Cuando esta completamente cerrado el tríptico, podemos observar una esfera transparente, con una tierra plana en su interior – la visión de los científicos de la época-, provista de abundante vegetación, y rodeada de un cuerpo de agua. Una vez abierto, se nos revela el interior de la esfera; de pronto tropezamos con un mundo onírico rebosante de vida humana y animal. Decenas de seres en poses y contorsiones extrañas, en grupo o en pareja, rodeados de animales desproporcionados, figuras fantasiosas o fabulosas, extraídas de algún bestiario; objetos extraños y edificaciones alucinantes que adornan en su conjunto la escena donde prevalece el pecado de la lujuria, como tema central, y la pereza, la gula, la ira, la envidia, la avaricia y la soberbia, en un segundo plano.

La tierra allí es un  lugar de vanidades, de erotismo y sensualidad - el jardín de las delicias o de los placeres -, cuyos habitantes están entregados a todo tipo de vicios y excesos, en los que parecen regodearse, no obstante lo efímero de la existencia, y el destino final de sus almas.

En el infierno se aprecian los sufrientes pecadores, expuestos a las penas que merecen, por los pecados capitales cometidos. Sobresale un cuerpo que esta siendo devorado por un pájaro coronado, con cuerpo de rana, y que expele por su trasero a varios torturados. En la parte central, podemos ver el autorretrato del Bosco, quien se ubica en el infierno, quizá como consecuencia de sus devaneos con la alquimia. Igualmente aparecen varios instrumentos musicales, con los cuales se atormenta a los músicos profanos. Llama la atención una partitura tatuada en la cola de uno de los condenados, la cual ha sido interpretada en la actualidad y revela una melodía en clave de sol, algo plana, arrítmica y sin tiempos (https://www.youtube.com/watch?v=ZkBDvst_SQA). Quizá sin tiempo, como el mismo infierno.

Vea el vídeo de la obra en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=p-63oQ1iUVM

Sobre el autor del blog

Andrés Vela, es Abogado, Profesor Universitario (Catedrático de Historia del Derecho), y director ejecutivo de la Corporación UAIA (Grupo de Caminantes)

La razón del blog

He decidido titular este blog, como aquella obra del Bosco, pues la vida misma, con sus afanes, y alocadas situaciones, refleja buena parte de los sinsentidos del retrato. La existencia del hombre es un tríptico bosquiano, en el que el infierno, la tierra y el cielo se conjugan para provocar todo tipo de escenas surrealistas.